Eficiencia energética; una cuestión que también involucra cultura

Actualmente la política energética se encuentra enfocada en eficientizar la transición energética en nuestro país, y muchos son los factores que optimizan o retrasan ese avance, pero como sociedad estamos mentalmente atenidos a la idea de que únicamente es cuestión del estado el promover, eficientizar y aplicar las herramientas necesarias para que en México suceda dicha transición, sin tomar en cuenta los factores que como sociedad también destinados  a promover, y es que los mexicanos vivimos con la idea de que la energía que existe a nuestro alrededor así como los lugares de donde podemos extraerlas;, y no es así, la mayoría no esta ni cerca de poder generar su energía para consumo propio, aunado a ello, es frecuente la manifestación social de ciertos grupos que expresan que ni siquiera estamos obligados a pagar por ella, lo cual es un pensamiento totalmente erróneo, pues somos seres totalmente dependiente a ellas y sumado esto; tecnologizados en toda la extensión de la palabra, por lo que al hablar de transición también es importante mencionar las obligaciones que como individuos sociales tenemos, sumado a un nivel de consciencia en el reconozcamos la labor participativa que tenemos con respecto al tema, para proyectar de forma material los beneficios que obtendríamos al aplicar acciones que deriven de un consumo energético responsable; principalmente en nuestros hogares, pues tal y como lo menciona la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), somos responsables al igual que el estado y las empresas de emprender con poco, acciones que impulsen a la descarbonización y la economía circular; pues como consumidores activos, lograrlo es también compromiso nuestro.

Sin eficiencia energética no hay transición