Poco se sabe de las relaciones de comercio entre Mexico y La Habana en cuestión de hidrocarburos, pero, que pasa si lejos de ser una cuestión comercial como la mayoría piensa, es más bien una cuestión que involucra intenciones solidarias escondiendo un fin distinto.
Y es que las constantes dificultades por las que atraviesa La Habana, derivan no solo de la última pandemia de COVID-19 que se vivió en 2020, esto, posee un panorama aún más inquietante, que, por supuesto involucra a una nación con suficiente influencia económica y gubernamental a nivel Global, con la capacidad de hacer y des hacer; Estados Unidos de América. Sus relaciones con el EEUU, tiene antecedentes de los que sin duda vale la pena hablar y debatir, pero en el tema que nos ocupa, fue en 1996 cuando el entonces presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, ordeno la publicación de la llamada Ley Helms-Burton, que en pocas palabras consistió en la negativa de crédito y ayuda financiera a países y organizaciones que favorecieran o promovieran la cooperación con Cuba, asi como fijar dificultades ante la llegada de inversión extranjera a La Habana, dicha Ley volvió a ser aplicada con la llegada del presidente Donald Trump tras mas de 20 años en suspenso, con el objetivo de internacionalizar el bloqueo Cubano.
Tras la complejidad y conflictos que involucra este suceso, varios son los países que han optado por restringir sus relaciones con la Isla, pero esto no sucedió con México, pues tras la llegada de nuestro actual titular del Poder Ejecutivo, la postura respecto a esto, emano en un sentimiento solidario y de cooperación, en el que ayudar, era el objeto principal del mandatario, aunque esto pudiese involucrar recursos pertenecientes al pueblo.
Y es que tras las agudas crisis por las que atraviesa La Habana relacionadas al abastecimiento de gasolina, que derivan en gran parte por lo anterior expuesto, actualmente le es imposible cubrir por si sola las necesidades de su población, cubriendo con dificultad apenas el 40% de ellas, e importando de otros países el resto, entre ellos, México.
Frente a la insostenibilidad
Según datos duros, en los meses de junio y Julio, México transporto bajo concepto de donación, por medio de embarcaciones, un aproximado de un millón de barriles de crudo, dicho movimiento reflejo un gasto sumado de casi 77 millones de dólares según una investigación de Reuters. La secretaria de Relaciones exteriores revelo que los movimientos se realizaron a través de la Agencia de Cooperación Internacional para el Desarrollo del País. Por su parte el periodista Mexicano Gerardo Enríquez Aburto, revelo que el cargamento fue adquirido y facturado a la empresa “Gasolinas del Bienestar SA. de CV.”, con sede en Marina Nacional 329, Edificio central de Pemex, aun cuando se constató que el destino final de este crudo era La Habana, Cuba. Por lo que añadió que había irregularidad legal en dichos movimientos.
Todo esto a cambio de que la Isla enviara a cientos de médicos a nuestro país, con finalidad de agradecer por el gran acto de generosidad hacia ellos.
Sin embargo, ahora que los precios de referencia del petróleo han aumentado en un 25% por ciento, Pemex se abrió a la posibilidad de comenzar a vender él crudo a ese país, ya que hace un año el precio promedio de un barril de petróleo se escatimaba entre los 80.22 dólares y para septiembre de este año se ubica en los 85.41 dólares, lo que genera un ruido económico para la empresa, agregado a esto, Mexico se enfrenta frente a su mayor déficit fiscal en mas de tres décadas, por lo que el Gobierno Federal insiste en la posibilidad de dejar de donarlo e iniciar a comercializarlo. Pero esto podría implicar repercusiones para el estado mexicano, debido a las sanciones comerciales por parte de Estados Unidos hacia Cuba.
México se limito a realizar exportaciones de petróleo a Cuba en el mes de agosto, y mantendrá esa postura para el mes en curso, pero esto no matiza las múltiples observaciones que se están haciendo notar referente a su generosa actividad, que si bien no se cataloga como comercial, es indiscutible que no se ha obtenido ningún otro tipo de beneficio, y para un país cuya empresa productiva se encuentra con deudas que alcanzan los 110 mil millones de dólares, las cifras para algunos resultan cuestionables. Aunque vale la pena añadir actualmente nuestro país se encuentra en una producción diaria de 1.7 millones de barriles, por lo que el cuestionamiento nos induce a pensar si realmente nos afectan como país las donaciones que se han realizado hacia la isla Cubana, o es más una cuestión estratégica para hacer a La Habana dependiente de nuestro suministro, y más adelante (ahora) poder ofrecer aunque a un precio económico; la exportación de crudo, son varios los puntos a considerar, que sin duda dejan dudas en el aire, pues las sanciones a dicho país dificultaran la labor de resolver de forma rápida y sin repercusiones para Mexico el tema. Una labor interesante, que involucro la solidaridad que profana desde campañas el actual gobierno, pero ¿es solidaridad?, ¿o algo más?.